HISTORIA Y PODER
El PAN, esa anomalía
Por Miguel Ángel Aguilar
Que si México es de los países mas politizados del mundo, que si la percepción sigue siendo la misma: El Partido Acción Nacional sigue siendo algo ajeno, corrupto, sucio de la politiquería de los muy trajeados y bendecidos que son de la derecha, los grandes saqueadores, los traidores supremos de la democracia, la careta doble y triple de quien se sabe de una mafia dispuesta a saquear lo mas posible y traicionar lo mas pronto que se pueda.
No queremos más discordia.
Cuanto nos gustaría que esa energía que tienen estuviera aliada a ayudar a los millones de pobres que ellos mismos engendraron, decir, ey, panistas, emecistas, priyistas de mucha idiosincrasia, vengan y ayuden, aquí hay aun millones de desvalidos, calles llenas de lodo, esa alianza perpetua entre mugre y enfermedad, hospitales enfermos y cegados por dolores muy feos, enfermedades muy tristes, los que están llenas de lutos callejeros y hacen brotan lágrimas y pesadillas a granel.
El PAN, es el pitorreo nacional, todo les sale mal, se tropiezan así mismos queriendo salvar cada renglón donde se les exhibe como un tajo de hienas en que hablar y condenar es su pago por poderosos grupos económicos y políticos del antiguo régimen que lo único que poseen es grandes cantidades de dinero y mucho producto del narcotráfico, el saqueo descomunal de las arcas públicas, les vale todo, solo sabe que pueden estar en los mejores restaurants de Nueva York, Madrid o Buenos Aires y eso, los hace reprogramar que hay un enemigo: el supuesto estado totalitario de un pueblo revestido de acciones votantes organizadas y justicieras.
Contra ellos el Partido de Acción Nacional está dispuesto a darlo todo, a combatir día con día a un pueblo organizado en las siglas de un movimiento renovador; la percepción es que los panistas tuvieron su oportunidad y nos fallaron y que todo intento por sacudirse de su ramplonería, la tratan de revestir con cambios sutiles y finos que no llegan a ninguna parte mas que a demostrarlos como lo que son: un nido de ratas oportunistas que luchan afanosamente por ganar el discurso público que Morena son comunistas y narcos y hechiceros.
Nada más risible. Inoperante, tropezable.
El miércoles 22 de octubre el periódico nacional MILENIO, dio a conocer las columnas de Joaquín López Dóriga “en privado” y la de Denisse Maerker “atando cabos” y ambos coinciden sobre la trampa simplista de la nueva generación corrupta del panismo emergente: su fama negra los extingue en lo inmediato, cero proyectos alternativos de nación, la pura condena simplista, mediática, enfermiza.
Hasta pareciera lo hicieran adrede: mostrarse como un partido sediento de venganzas en donde no les bastaron 12 años del ejercicio inmoral y perverso del poder, aliándose con sus más supuestos acérrimos enemigos y al mismo tiempo, traicionando sus ideales populares, adheridos naturalmente a grupúsculos sedientos de enriquecerse de forma inmoral pero inmediata, por eso los fraudes electorales, la alianza con cárteles del narcotráfico, el lavado de dinero, el tráfico de armas, los cementerios clandestinos, la hipocresía a su máxima altura y desdoro.
Ahí están una larga fila de comensales abruptos de la derecha panista: ni al caso mencionarlos porque sabemos que quieren: remontar lo robado, protegerse de la justicia popular, evitar decomisos de sus grandísimas posesiones que fueron adheridas mediante el hurto, el discurso demagógico, el perfume aparatoso de ser güeritos y rubias en mundo de trajeados y muy señoritingos.
Eso sucedió hace unos días en el supuesto relanzamiento del PAN: un pacto circense donde desde su clip atrincherado en tratar de mostrar al morenísmo de Claudia y de Manuel como “los malos perversos” y a ellos como los salvadores de una patria fiable al fascismo, el crimen masivo, el exterminio de los contrarios, aunque se traten de millones.
Así de perversa es la realidad de los panistas que no quieren “ninguna alianza” y saben que pagarán muy caro su osadía pendenciera en un reacomodo que es aparatoso y destructivo de su matriz original: nacieron para luchar por el orden, la generosidad, no la rapiña, el crimen, el hurto y el desmadre.
Quizás algo les enseñe la realidad: no queremos su final sino la reconversión exacta en donde con nuevas ides harán posible combatir la autocomplacencia, por lo pronto, todo , o casi todo lo que trae la cuarta trasformación, va acompañado de una fuerza muy grande y con muy buena suerte: demostrarle al pueblo de México y al mundo que este es un esfuerzo colectivo producto de generaciones enteras y no de caudillos o presidentas históricas, es pues, la gleba poniendo orden y eso, ya lo sabemos de antemano- no les gusta a los panistas.
Vienen cambios increíbles: la extinción del prianismo abusivo, orate, simplón y matón.
En cambio, se acerca – ante esta devastación y locura de la egolatría y la autosuficiencia- el ridículo monumental de quienes se creían los reyes del mundo y resultaron una payasada, una piedra en el zapato, un tajo inmundo de malvivientes y habladores que se sienten muy merecidos y ganadores de la nada.
